Empresas vs Pandemia

Un cocktail que tendremos que tragar, aunque no queramos.
Prepararse para poder sobrevivir en las empresas es lo que procede.

 

En los últimos meses se han venido sucediendo hechos inusitados en el mundo que están afectando o afectarán a las empresas mexicanas, en el muy corto plazo.

 

Ya se traían preocupaciones por el pobre desempeño de la economía y la disminución de la inversión privada, desmotivada por las decisiones del gobierno en turno. Además de la incertidumbre como país, llegó la pandemia del “coronavirus” y la caída de los precios del petróleo, por la lucha entre Rusia y Arabia Saudita. Pero… ¿de dónde viene esta lucha?

 

El repunte de la producción no convencional de petróleo a través de la perforación horizontal (shale) que permite penetrar en las capas muy profundas de esquisto, mediante el método de fracturación hidráulica (fracking) y utilizando la inyección de fluidos a alta presión para liberar el gas y el petróleo de las formaciones rocosas, ha sido impresionante.

 

Entre 2007 y 2012 el crecimiento de la producción de gas, bajo esta técnica tuvo un crecimiento del 50% anual, pasando en los EEUU de un 5% de la producción mundial a un 39% en ese periodo. Esto cambió drásticamente las relaciones de poder en la generación de energía.

 

En muchos artículos publicados se indica que para realizar este tipo de producción no solamente se requiere una geología adecuada sino también una inversión cuantiosa y con altos niveles de riesgo. No todos los países productores pueden adoptar esta tecnología, los países con las mejores condiciones hoy son EEUU y Canadá. Este tipo de producción no se realiza a través de una sola empresa petrolera, son consorcios de cientos de empresas que están uniendo fuerzas económicas para cambiar el mapa energético del mundo.

 

Evidentemente esto situó a los EEUU en otro plano y empezó a disminuir su dependencia de las importaciones de gas, ya que producen el volumen que consumen y tienen capacidad para exportar, de manera que el precio de los energéticos empezó a declinar. En la medida que la producción de EEUU siga avanzando, los países petroleros estarán más y más presionados sobre los precios del crudo y del gas.

 

Las 7 principales compañías operadoras del “shale” en los Estados Unidos no han detenido la producción, por el contrario, han mantenido un crecimiento promedio de 58,000 bpd, y de seguir a este ritmo de crecimiento en el mes de noviembre de 2020 ya alcanzará la cifra de 8.971 millones de bpd, así se obtiene del último Drilling Productivity Report de la Administración de Información de la Energía de los EE.UU. (EIA – Energy Information Administration). 

 

La llegada del “coronavirus” en el continente asiático, redujo drásticamente la demanda de energéticos por lo que el 6 de marzo de este año se llevó a cabo una reunión de la OPEP+,  que es el grupo de 14 países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y dos más, en el que se encuentra Rusia con un peso importante, para discutir la reducción de la producción petrolera en aproximadamente 1.5 millones de barriles diarios; esto con la finalidad de estabilizar el precio y reducir la oferta de los energéticos en el mercado mundial. Rusia se opuso a rebajar la producción ya que esto estaría cediendo más espacio al “shale” que producen particularmente EEUU y Canadá. La decisión de no aceptar la reducción de la producción para evitar la caída continua de los precios, sumado a la baja demanda por la pandemia que el mundo vive en estos momentos, ha llevado los precios de los energéticos a su nivel más bajo en lo que va del siglo y con caídas abruptas. Al momento de escribir estas líneas ya se está hablando de precios negativos, es decir que, ante la incapacidad de almacenar gas en los ductos, las empresas pueden llegar a pagar a terceros para que se lleven el mismo (El Financiero: BLOOMBERG / CATHERINE NGAI, 19 de marzo). El mercado de futuros de los energéticos es incierto.

 

También ha surgido una nota en el periódico “El Financiero” que los campos de Pemex no pueden ser rentables debajo de los US$20.00 dólares por barril. Si ya de por sí la petrolera estatal no ha podido generar utilidades, la caída de precios será inevitablemente un golpe de gracia para Pemex.

 

El seguro contratado únicamente cubre una diferencia entre US$ 47.00 dólares por barril y el monto de ingreso fijado en el presupuesto de ingresos de la nación. El precio indicado en ese presupuesto es de US$49.00 dólares, o sea que el seguro cubrirá US$ 2.00 por barril, todo lo que esté por debajo no entra en la cobertura contratada y será pérdida para la petrolera. Adicionalmente el seguro de cobertura es por 413,000 barriles diarios y Pemex produce 1 millón 670 mil barriles diarios o sea que se cubrió el 25% de la producción.

 

Si a lo anterior le agregamos la llegada del coronavirus es una realidad que la pandemia provocará suspensiones laborales en todas nuestras ciudades y la economía se paralizará al menos por 3 meses. ¿Si no hay ventas como se le pagará a los trabajadores? ¿Si los trabajadores no tienen ingresos cómo sobrevivirán? Pareciera que el gobierno no se percata de esto y hace oídos sordos a esta realidad que nos estallará en la cara muy pronto.

 

La mayoría de las empresas tienen que buscar formas creativas mantener el ingreso, pero a veces eso requiere de cierta infraestructura, como, por ejemplo, el poder trabajar desde casa para lo que se necesita tener equipo de cómputo e internet. Otra alternativa es reducir los costos fijos pero en la mayoría de los casos se refieren a la plantilla laboral o sea la nómina, lo que implicaría despedir parte del personal.

 

Si la economía ya se había frenado por la falta de inversión para la creación de empleos, ahora el problema se agravará con un crecimiento del desempleo en los próximos meses. Ni que decir del colapso que sufrirá el sistema de salud cuando los enfermos graves de la pandemia superen varias veces la capacidad instalada de atención que tenemos.

 

Todo esto ha creado un panorama caótico que, sumado a las medidas que diversos estados e iniciativa han tomado sobre las precauciones y el aislamiento social, han creado un “cocktail” que tendremos que beber, aunque no queramos. Tenemos que tomar las decisiones más apropiadas y probablemente estemos solos, en la soledad de la cima y es el momento de buscar consejo, alianzas, solidaridad y sobre todo poner el dedo en las cosas que nos pueden ayudar a pasar este muy amargo trago.

 

Jorge R. Molina / Eduardo Martínez Palomera
Partners Xperttia.

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